No cometer los mismos errores

La nueva administración del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), a cargo del ministro Denis Lichi, deberá recuperar la confianza de la ciudadanía por la institución. Para eso, no hay que cometer los errores de los administradores anteriores. Asume con la gran responsabilidad moral de no convertir la institución en una fuente de la abundancia, en que los políticos y sus designados, usan y abusan de los recursos públicos, sin ningún control, como ocurrió en las gestiones de los otros ex-administradores. Por culpa de ellos, muchos agricultores de la agricultura familiar fueron perjudicados.

Ahora, a escasos quince días de que la otra administración entregó el cargo, ya se han descubiertos varias irregularidades, como los llamados agricultores fantasma. Con recursos provenientes de los Bonos Soberanos, emprendió un ‘‘plan piloto’’ llamado ‘Equipamiento para la Producción Agrícola en el Paraguay’, que consistía en transferencia monetaria, subsidiada entre 70 y 100 %, a agricultores de escasos recursos, para aumentar la productividad y mejorar la calidad de vida. Pero, conforme a los primeros indicios, la mayoría de los beneficiarios no serían agricultores.

El proyecto perdió el objetivo, financiar a los agricultores que viven en la pobreza, pero con capacidad productiva, mediante las asignaciones a personas no beneficiarias, entre ellos reina de belleza, hijos de políticos, operadores políticos o individuos que no se dedican a la agricultura. La prometedora iniciativa fue echada a perder por personas insensatas, y una vez más, como siempre, los afectados son los agricultores de la agricultura familiar. La mala administración privó a muchos agricultores de la posibilidad de mejorar su condición de vida, mediante el acceso a infraestructuras necesarias para aumentar la producción, en cantidad y calidad.

Las administraciones anteriores fueron del famoso “plan piloto”, a pesar de las grandes cantidades de recursos invertidos, lo cierto es que a ciencias ciertas nadie sabe responder, (¿dónde se implementó?, ¿quién o quienes fueron los beneficiarios? y que resultados obtuvieron?). En este caso concreto no fue diferente, se obtuvieron pocos o casi nada de resultados convincentes a pesar de grandes cantidades de recursos invertidos. El ‘‘plan piloto’’ Equipamiento para la Producción Agrícola en el Paraguay, derrochó la nada despreciable suma de cincuenta millones de dólares, con resultado cero.

Esperamos que la nueva administración cumpla sus funciones con mucha seriedad en la ejecución de los proyectos y responsabilidad en la utilización de los recursos asignados, adjudicando a los verdaderos beneficiarios. Una institución clave para el desarrollo del país, como el Ministerio de Agricultura y Ganadería, debe ser transparente no convertida en bastión de indicados políticos, con total libertad para usar y abusar de los recursos sin control. El pueblo anhela que no haga uso de los vicios de los administradores anteriores en detrimentos de los verdaderos agricultores.