Desastre Ko Marito, la popular frase humorística que al parecer refleja la realidad

Unas de las características marcantes de los paraguayos y de las paraguayas es el uso del humor, generalmente con palabras en guaraní, para expresar el sentimiento por un acontecimiento de gran conmoción o evaluar las conductas de una persona que ocupa una posición destacada en la sociedad. Así también, para valorar la gestión de las autoridades y funcionarios públicos. Ni el actual cabeza del Ejecutivo, Mario “Marito” Abdo Benítez, escapa de este peculiar estilo paraguayo. Como un veredicto sobre su administración, reír para no llorar, en la jerga popular se acuñó la frase Desastre Ko Marito.

En el vox populi, Desastre ko Marito significa la “desaprobación” de gestión del presidente de la República, antes de completar un año en el cargo. La frase ganó aceptación en todos los estratos sociales. Hoy en día, está en todas partes: en la televisión, revistas, diarios, redes sociales, pancartas, calcomanías y/o en cualquier lugar en que se pueda escribir; en todos los medios digitales; reuniones entre los amigos, familiares o de negocios. Fue tan grande la difusión y aceptación de la frase humorística, que el propio presidente salió en redes nacionales a cuestionar la expresión popular sobre su gestión, posteriormente, al puro estilo de una dictadura, varios funcionarios públicos fueron sancionados por haber publicado la frase en sus redes sociales, personales y fuera del horario laboral.

Las actuaciones u omisiones del gobierno en varios casos fueron muy cuestionadas, como por ejemplo durante las crecidas de los ríos que obligaron a miles de familias abandonar su hogar y varias ciudades quedaron aisladas. Durante la crisis, se desempeñó o fungió como coordinadora principal de las acciones del gobierno una persona que ni siquiera ocupa un cargo en la función pública ni posee una formación académica en el área. No hizo otra cosa que bromear por las redes sociales por la desgracia de las familias. Sus méritos conocidos son haber trabajado como modelo, ser la esposa de un senador cercano al presidente y ser amiga de la primera dama.

Otra cuestión muy reprochada, es la falta de un plan de asistencia al sector más vulnerable, especialmente a la agricultura familiar campesina, para hacer frente a la crisis general en que está sumergida el país. Sin embargo, decidió regalar a los sojeros 250.000.000 de dólares americanos para refinanciar o reestructurar sus deudas dentro de un régimen de inyección de 1.500.000.000 de dólares. Lo hecho y concreto, el único plan anunciado direccionado a los pobres es el inicio de la construcción de cinco cárceles de máxima seguridad.

El último hecho, que literalmente colmó el vaso y la paciencia de la ciudadanía, fue la firma secreta del acuerdo bilateral de Itaipú, con Brasil, llevada a cabo el 24 de mayo. Todos los entendidos en la materia afirman que, con la firma del acuerdo bilateral, el Paraguay renunció al único beneficio que recibe de la hidroeléctrica Itaipú, la compra de la energía excedente a precios mucho más barato que la energía de producción garantizada. Unas series de horrores y errores en las negociaciones, que finalmente deberán pagar los pobres con el aumento de la tarifa de energía eléctrica. Al que todo indica, las últimas actuaciones del Ejecutivo es un reflejo de la popular frase humorística referente a la gestión del presidente.