Los más de 100 años de lucha de la FAA y la CNFR son ejemplos para nuestro movimiento
El pasado 15 de agosto fue un día de celebración para COPROFAM. Dos de nuestras organizaciones fundadoras, Federación Agrária Argentina y Comisión Nacional de Fomento Rural de Uruguay, agregaron un año más de vida y lucha a sus historias, que ya son centenarias. Mirar este legado que ambas vienen construyendo durante tanto tiempo despierta admiración y respeto en otras organizaciones que también están en este camino. Recordemos un poco cómo comenzaron estas historias.
Los 108 años de la FAA comenzaron en la localidad santafesina de Alcorta, a partir de un acto revolucionario que se conoció como “Grito de Alcorta”. Fue la primera rebelión agrícola liderada por pequeños y medianos productores. Agotados de las precarias condiciones que los terratenientes imponían en ese momento, con arduos contratos de trabajo y muy poco dinero a cambio, los colonos asentados se declararon en huelga, impulsados por una mujer, María Rosa Robotti, a quien fue asignado el primer grito de “¡Basta!”
Este momento fue fundamental para empoderar políticamente a los agricultores y agricultoras familiares de esa región, y así impulsarlos a organizarse para negociar colectivamente con los terratenientes por condiciones laborales más justas y mejores pagos. Unos meses después de ese acto, el 15 de agosto de 1912, en Rosario, se formalizó el nacimiento de la Federación Agrária Argentina que hoy conocemos.
Los 105 años de historia de la CNFR comenzaron con un grupo de seis jóvenes recién graduados en agronomía por la Universidad de la República, quienes en 1912 fueron enviados a Europa para buscar referencias de organizaciones asociativas. Al regresar a Uruguay, crearon Sociedades de Desarrollo Rural en diferentes lugares, todas con el mismo objetivo de articular acciones para el desarrollo rural del país, incentivando la reubicación de familias al interior para trabajar en actividades productivas.
Estas Sociedades se multiplicaron y el 15 de agosto de 1915 se reunieron todas en un Congreso celebrado en la ciudad uruguaya de Minas. En este Congreso, y a pedido de estas Sociedades, nació la estimada Comisión Nacional de Fomento Rural.
Se trata de dos contextos que sin duda cambiaron el rumbo de la historia del campo en Argentina y Uruguay. Creo que es imposible hablar de desarrollo rural en ambos países sin mencionar el trabajo de estas dos organizaciones, que siempre han buscado representar a los agricultores y agricultoras familiares con la máxima responsabilidad. Organizaciones que en todos estos años se esfuerzan por hacer que sus gobiernos y sociedades comprendan la importancia de este sector y las personas que lo mueven en el campo, y desde eso, defiendan e incentiven este trabajo con políticas públicas que traigan más dignidad e ingresos a las familias rurales.
La CNFR y la FAA son las organizaciones más antiguas de COPROFAM, y nuestra entidad está muy orgullosa de poder contar con la vasta experiencia sindical de ambas. Los legados que ellas comenzaron y continúan construyendo son muy importantes en nuestro contexto de lucha regional e internacional.
Quiero felicitar a todos los/las dirigentes que han pasado por las juntas de la FAA y la CNFR a lo largo de los años, y un saludo especial a quienes hoy las lideran y continúan esta valiosa labor de expandir las voces de agricultores(as) y campesinos(as), y articular políticamente el desarrollo progresivo y sostenible del campo.
¡Viva la Federación Agrária Argentina y la Comisión Nacional de Fomento Rural!
Alberto Broch, presidente de la COPROFAM