Chile: país de poetas, volcanes y vinos / Keóken: el vino más austral del mundo

Keóken es un concepto que proviene de la lengua tehuelche, aonikenk o patagones y que significa “amanecer”. Este pueblo originario se ubicaba en la Patagonia, entre el río Negro y el Estrecho de Magallanes. El clima patagónico se caracteriza por gran amplitud térmica entre el verano y el invierno, así como una marcada oscilación térmica entre el día y la noche. La media en invierno es de -2ºC y las máximas de verano en algunas zonas pueden alcanzar los 40 ºC. Es un territorio volcánico y estepario, con amplias pampas, donde se encuentra una rica fauna. La simple definición de terroir es el modo en que la temperatura, el suelo, la elevación y el proceso de crecimiento afectan al sabor final y a la palatabilidad de un vino.

Diego Aribillaga, encargado del INIA en Chile Chico, señaló que “el proyecto surgió el año 2010 junto efectivamente a viña Undurraga. Viña que pondría el know how y el material para desarrollar el viñedo”. Ello con el fin de seleccionar un nuevo cultivo, innovador en la zona, tal como 20 años atrás se experimentó exitosamente con las cerezas. Hoy hay unos 20 agricultores locales produciendo cerca de 200 hectáreas de cerezas de gran calidad; y con la ventaja de ser las últimas de la temporada.

Estas condiciones ambientales tuvieron en consideración los investigadores y científicos del Instituto de Investigaciones Agropecuarias, para implementar un plan de manejo que pudiera producir un producto de calidad. La novedad es que tradicionalmente los valles centrales de Chile se caracterizan por la producción de vino.

“Para la agricultura familiar campesina, el cambio climático genera enormes amenazas, pero también, y esto tiene que ver con el espíritu campesino, enormes desafíos- señala Orlando Contreras, presidente de MUCECH- y este logro de los investigadores y científicos del INIA, que celebramos, apunta en esa dirección e impacta positivamente en los productores campesinos de esa apartada zona”.

Búsqueda de oportunidades que trae consigo la frontera agrícola del país, lectura de la incidencia del cambio climático en los territorios, búsqueda de nuevos nichos de producción y ubicación de terroir totalmente diferentes a los habituales, han generado un sinnúmero de experiencias: en 2006 Casa Silva cultivó sus primeros viñedos en Futrono, a orillas del lago Ranco. Hoy, la viña produce un Pinot Noir y Sauvigont Blanc, ambos bajo la marca Lago Ranco.

Ambas variedades representan fielmente el espíritu de la Patagonia, donde también se producen arándanos y cerezas.  «Este vino representa un hito histórico a nivel mundial, ya que producir vinos en las condiciones extremas de Chile Chico, en la Patagonia chilena, no es una tarea sencilla y el INIA lo ha logrado”, dice el reconocido sommelier Pascual Ibáñez. Se trata de un Pinot Noir muy ligero con sabor a jugo de guindas frescas, cuyas 16 exclusivas botellas no salieron al mercado.

En voz de la sommelier Mariana Martínez, tienen las siguientes características: el Sauvignon Blanc de color amarillo pálido turbio (como era de esperar si no está filtrado) destacó por una nariz libre de notas herbales. Además, los enólogos encontraron notas a pera, pepino y tuna. En boca por supuesto que había una rica acidez. El Pinot Noir, en tanto, igualmente turbio, lució un color frambuesa de capa ligera, con notas aromáticas austeras muy parecidas a las murtillas rosadas del sur, con un toque algo herbal incluso. E igual que el Sauvignon con una acidez justa, medida, nada extrema.

El proyecto contempla un estudio económico con la prospección del rubro en la región de evaluación y la capacitación de futuros emprendedores que estén interesado en implementar un paquete tecnológico de producción vitivinícola en la Patagonia. “Este viñedo tiene un gran valor simbólico, ya que es la primera producción de vino en la región de Aysén, Patagonia Chilena y sumará diversificación productiva a la fruticultura regional. Keóken es una guía para productores locales interesados en proyectos de innovación y esperamos seguir contribuyendo en la generación del paquete tecnológico necesario para producir uva de calidad, que permita culminar en vinos y otros productos enológicos de calidad”, afirmó la Enóloga de INIA, Marisol Reyes. El proyecto actual en que trabajan los investigadores de INIA en Chile Chico incluye la plantación de 8 variedades (Valdepeñas, Pinot Blanc, Chardonnay, Gewürztraminer, Riesling, Pinot Noir y Sauvignon blanc).