Experiencia Exitosa en Turismo Rural: Caliboro Aventura en el Valle de Caliboro

El director nacional de Indap visitó el emprendimiento familiar y participó de la entrega de cubas de acero inoxidable para el almacenamiento de vino como parte de los apoyos que la institución del agro a este tipo de iniciativas.

En el marco de la Semana del Turismo, el director nacional del Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap), Santiago Rojas, llegó hasta San Javier, en la región del Maule, para visitar Caliboro Aventura, un emprendimiento de turismo rural, encabezado por Valesca Morales. 

“El año 2010 decidimos como familia abrir las puertas de nuestra casa, incluyendo nuestros corazones, con la idea de dar a conocer como se vive en nuestro querido y amado Valle de Caliboro, es así que creamos nuestro propio territorio con un entorno sustentable y natural, en armonía con el renacer de la cultura vitivinícola colonial antigua, unida a la gastronomía endémica local típica, artesanía, folclore y lo más importante la asociatividad con nuestro pueblo- dicen en su página web como una invitación abierta a conocerlos. Y su oferta turistica involucra una serie de aspectos del mundo rurasl: Ecoturismo, enoturismo desde línea artesanal a premium, tour por antiguos y centenares viñedos, enogastronomía, gastronomía típica y con sello 100k, servicio de alojamiento campestre, además disponemos de servicio de traslado, guía tour operador local y paseos en carretela.

Caliboro (en mapundung: Kaliboro ‘coru y calil, significa hueso de carne humana’, otra acepción dice “hueso duro”) es una localidad ubicada en la provincia de Linares, Región del Maule, accesible por caminos vecinales que parten de la “Ruta los Conquistadores”. La experiencia de turismo rural tiene parras de 140 años y se calcula que son 600 las hectáreas de viñedos. Tiene un hotel con dos cómodas habitaciones y una tarde en el lugar es un viaje en el tiempo y un viaje al corazón del campo chileno. A parte de degustar sus vinos, nos preparan sopaipillas con arrope de uva, con chancho en piedra, consomé de pollo y más- señala un visitante de la Revista Enfoque.

En el lugar, la autoridad nacional dialogó con Morales y su familia, donde destacó el potencial que territorios y comunidades de la Agricultura Familiar Campesina ofrecen en este ámbito. Para entender la importancia del turismo rural, algunos acercamientos que nos permitan dimensionar de la mejor manera posible estas inicitivas.

En el documento Marco Estratégico para 2022-2031, de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, se señala: Un mundo que afronta cada vez mayores amenazas demanda que actuemos sin demora a fin de salvaguardar los medios de vida, transformar nuestros sistemas agroalimentarios para preparar nuestro planeta para el futuro y asegurar resultados sostenibles. La Agenda 2030 está aquí para guiarnos. Pero el consenso histórico en torno a su adopción debe ir acompañado de determinación política para hacerla realidad.

Muchos factores impactan de manera directa en los sistemas agroalimentarios como la escasez y la degradación de los recursos naturales, las epidemias y la degradación de los ecosistemas, el cambio climático con toda su arquitectura, el desarrollo de actividades económicas relacionadas con los océanos que se denomina “economía azul” que, en grab medida, “favorecen proyectos de gran envergadura como los puertos y el transporte marítimo de petróleo y gas o incluso el turismo, que aportan beneficios económicos, pero también degradan el medio ambiente y repercuten en los alimentos de origen oceánico y la biodiversidad de los océanos”. favorecen proyectos de gran envergadura como los puertos y el transporte marítimo de petróleo y gas o incluso el turismo, que aportan beneficios económicos, pero también degradan el medio ambiente y repercuten en los alimentos de origen oceánico y la biodiversidad de los océanos. Ante esas situaciones que afectan el desarrollo de actividades agroproductivas, se inicia la exploración de propuestas orientadas a promover su desarrollo para mejorar los ingresos de la familia campesina.

El turismo rural surge reiteradamente como propuesta en la “visión de ruralidad 2010” para Chile. El turismo rural y sus encadenamientos hacia proveedores de insumos y servicios, es también considerado en los análisis de varios organismos internacionales, como un factor potencialmente importante para la diversificación de la economía rural y para el empleo rural no agrícola (ERNA).

Esa fue una de la conclusiones del ciclo de talleres para la formulación de propuestas de políticas públicas para la reducción de la pobreza rural organizado por la Red de Cooperación Institucional para Zonas de Pobreza Rural (Prorural). El tema del ERNA es muy relevante, pues las labores agrícolas no están creando en las zonas rurales, empleos en cantidad suficiente para absorber el aumento natural de la población rural económicamente activa.

El turismo rural y sus encadenamientos hacia los proveedores de insumos y servicios ha surgido en varios foros como propuesta para diversificar la economía rural y crear empleos e ingresos adicionales. En efecto, las experiencias de turismo rural y agroturismo en Chile han tenido, por lo general, un efecto positivo en los ingresos de las personas que ofrecen sus servicios (alojamiento, merienda, venta de artesanías, música y presentaciones folclóricas, transporte, guía, etc.). Sin lugar a dudas, la actividad tiene un futuro prometedor porque existe un creciente interés de la población urbana a reencontrarse con la naturaleza, la vida rural y las faenas agropecuarias- señalan los imvestigadores de CEPAL, Jorge Schaerer y Martine Dirven E.

El Programa de Turismo Rural de INDAP, tiene 27 años, cuenta en la actualidad con 1.735 usuarios registrados (63,2% mujeres), con un total de 2.943 servicios (56% de ellos de alojamiento y gastronomía). El 68,4% de la oferta se concentra entre las regiones de Ñuble y Aysén (la mayoría en Los Lagos, con 24,6%), y 336 de los emprendedores también están acreditados en Sernatur con uno o más servicios (formalización completa).

Durante 2020, pese a estar congeladas las actividades turísticas, 511 usuarios recibieron asesoría técnica de la institución, se cursaron 398 créditos por un total de $800 millones y se cofinanciaron 385 proyectos de inversión por $422 millones. Este 2021 destacaron un programa piloto para mejorar los estándares de confort e identidad en el Archipiélago de Chiloé y un Servicio de Asesoría Técnica (SAT) para impulsar el enoturismo en el Valle del Itata.

En el siglo XIX fue construida allí una gran bodega y se plantaron viñedos para el suministro de la cercana casa patronal del antiguo feudo Caliboro. Este tenía una extensión de 22.000 hectáreas. En el siglo XX, durante la reforma agraria, los propietarios excluyeron de la expropiación la tierra que incluía la bodega, los viñedos y los cerros que los rodean. Desde entonces se conoce el lugar con el nombre «La Reserva de Caliboro». En esta tierra histórica, rica en vegetación autóctona, constituimos una joint venture con los antiguos propietarios para plantar una selección escogida de Cabernets y Merlots importados especialmente desde Europa.

 

Lo que hace tan especial esta área son sus excelentes características geográficas: suaves lomas la protegen de los vientos del norte proporcionando aguas de numerosas vertientes, que descienden sobre unas terrazas de aluvión situadas a la orilla del río. Mes tras mes, la intensa luminosidad ambiental se combina con vientos meridionales constantes, frescos y secos, aderezados con el régimen de lluvias preciso que requiere un cultivo de secano. Dicho en otras palabras, el área dispone de la sequedad óptima que es típica del clima mediterráneo seco, inmejorable para cepas tintas tradicionales.

Además, en el recorrido, Rojas conoció detalles de los orígenes y desarrollo de esta iniciativa que ofrece hospedaje, enoturismo, proceso en el que destaca la vinificación de distintas cepas: país, carignan, torontel y moscatel de Alejandría. Se describen como una experiencia que busca dar a conocer el territorio en el que se emplazan y para ello trabajan asociativamente con otros productores de la zona. Poseen certificación 100k por su quehacer en ecoturismo y turismo sustentable.

Valesca Morales comentó que su emprendimiento busca “entregar una experiencia campesina, con rescate de la historia, del patrimonio, de nuestra cultura y tradiciones, como también de la identidad del Maule”.

Respecto de las cubas, apoyo entregado por la entidad del agro a través del Servicio de Asesoría Técnica (SAT), la emprendedora dijo que “este es un proyecto sustentable, que va de la mano de las construcciones naturales. Lo que trabajamos es todo orgánico; las construcciones son sustentables; trabajamos con barro, con paja; en el viñedo aplicamos técnicas biodinámicas, en el invernadero producimos de forma natural”.

Además, en el recorrido, conoció detalles de los orígenes y desarrollo de esta iniciativa que ofrece hospedaje, enoturismo, proceso en el que destaca la vinificación de distintas cepas: país, carignan, torontel y moscatel de Alejandría. Se describen como una experiencia que busca dar a conocer el territorio en el que se emplazan y para ello trabajan asociativamente con otros productores de la zona. Poseen certificación 100k por su quehacer en ecoturismo y turismo sustentable. 

Valesca Morales comentó que su emprendimiento busca “entregar una experiencia campesina, con rescate de la historia, del patrimonio, de nuestra cultura y tradiciones, como también de la identidad del Maule”. Respecto de las cubas, apoyo entregado por INDAP a través del SAT, dijo que “este es un proyecto sustentable, que va de la mano de las construcciones naturales. Lo que trabajamos es todo orgánico; las construcciones son sustentables; trabajamos con barro, con paja; en el viñedo aplicamos técnicas biodinámicas, en el invernadero producimos de forma natural”.