Ante la falta de aula, profesores y pobladores de la Colonia María Auxiliadora se ingenian para que los niños no empiecen el año escolar bajo un árbol

En la Colonia María Auxiliadora, distrito de Moisés Bertoni, departamento de Caazapá, pobladores y docentes están preocupados por el pésimo estado de la infraestructura y la falta de aula en la escuela de la comunidad. En Paraguay, el año escolar en las instituciones públicas inició oficialmente el jueves 21 de febrero. En 2017, el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) informó que al nivel país son 7.209 escuelas públicas, 3.136 están en mal estado y 1.541 en estado regular. El año pasado, cerca de 1.298.336 niños y niñas de 5 a 14 años asisten a una enseñanza formal y de ellos, 81% lo hace en escuelas públicas, totalizando aproximadamente 1.050.000 alumnos.

El dirigente de la colonia y miembro del Comité Ejecutivo de la Organización Nacional Campesina (ONAC), Antoliano Aguiar Ortiz, declaró que los padres y educadores se reunieron para buscar solución a varias deficiencias que afecta a la institución educativa del asentamiento en el inicio del año lectivo. “Hay varios problemas en la infraestructura consecuencias de la construcción defectuosa e incompleta. Hace dos años que la constructora contratada por la municipalidad inició los trabajos de edificación. Todavía no terminó la construcción y lo poco que construyó de la obra se está cayendo sin que los responsables se haga cargo”, indicó.

Agregó que se acercaron a la municipalidad en varias oportunidades para presentar sus reclamos, pero hasta ahora no han recibidos respuestas, entonces decidieron recurrir a la gobernación al fin de conseguir una solución al problema, igualmente hasta el momento no obtuvieron contestación de la institución. “La más urgente y necesario es la falta de un aula para albergar a los niños y niñas del preescolar. La iglesia será acondicionada para su uso temporal como aula mientras que haya una solución definitiva, porque tanto los padres como los docentes no quieren que los chicos empiecen las clases debajo de un árbol”, señaló.

Aguiar aclaró que la condición de la institución de enseñanza de la comunidad es el reflejo del estado de la educación pública en el departamento, pues no se trata de un caso aislado. Asimismo, dijo que no solamente faltan aulas, sino también faltan rubros a los educadores. “Desde hace varios años, estamos gestionando ante el MEC los rubros para las cátedras del séptimo grado, pero las instituciones regionales en el departamento, como la supervisión zonal y la coordinación de educación, nos crean problemas. La educación en el departamento está totalmente politizada”, denunció.

No solo en la Colonia María Auxiliadora se utilizarán instalaciones improvisadas como sala de clases. En todos el país, maestros y padres de alumnos, por falta de aula, riesgo de derrumbe y/o obras inconclusas, se ingenian en encontrar y condicionar mínimamente espacios alternativos para la enseñanza como galpones, iglesia o corredores de las escuelas. Cualquier lugar cubierto que protege a los alumnos de los rayos solares es válido, hasta un árbol puede ser improvisado como sala. Al menos, 500 escuelas están en “rojo”, sin condiciones de albergar a los alumnos por peligro de derrumbe, y otras 470 instituciones arrancan con obras inconclusas según el MEC.

El inicio de clases del presente año lectivo, como siempre, no empezó de la mejor manera. En varios puntos del país, alumnos, docentes, padres y pobladores de comunidades urbanas y rurales se movilizaron y cerraron rutas para exigir rubros a docentes, mobiliarios, construcción y reformas de las instituciones públicas. Así también, varios colegios fueron tomados por padres y alumnos, quienes se atrincheran dentro de los predios secundarios, para exigir mejoras de las instalaciones educativas.