Las tierras malhabidas derraman sangre y lágrimas en Paraguay

La ONAC afirma que en Paraguay todos los problemas sociales, políticos y económicos están directamente relacionados con las tierras malhabidas, que son tierras públicas adjudicadas en forma irregular a personas no sujeto de la reforma agraria. La Comisión de Verdad y Justicia (CVJ) concluyó que, entre 1.954 y el año 2.003, 7.851.295 hectáreas de tierras públicas fueron entregadas a políticos, militares, narcos, seccionales coloradas y hasta a actuales autoridades nacionales.

Las tierras malhabidas tienen origen en el gobierno dictatorial de Alfredo Stroessner, quien asumió el Ejecutivo en 1.954 y permaneció durante 34 años en el poder, implementando el terrorismo del Estado contra la población civil y repartiendo bienes públicos a sus colaboradores para ganar favores o respaldo político. ‘‘Es difícil hablar de la dictadura stronista sin hablar sobre las tierras adjudicadas irregularmente a personas no sujeto de la reforma agraria, que hasta hoy día sigue causando sufrimiento; derramando sangre y lágrimas en el país’’, afirmó el secretario general de la ONAC, Gabino Medina.

Según afirma que los problemas existentes son el resultado de la mala distribución de la riqueza y la tierra es la principal componente. ‘‘El sistema económico, político, social y democrático en el país tiene como gran pilar central la tierra. El modelo vigente fue elaborado e implementado durante los primeros años de la dictadura stronista, que se caracteriza por la superexplotación de los recursos naturales para la exportación de materia prima’’, agregó el dirigente.

En el mismo sentido, prosiguió que el modelo demostró ser insostenible y las consecuencias ya son sentidas en la actualidad, pero sin resolver la cuestión de las tierras malhabidas los problemas existentes se puede agravar a muy corto plazo. ‘‘La lucha por la tierra entre las familias sin tierra y los usurpadores de las tierras destinadas a la reforma agraria cada día se agrava y se dirige hacia un punto sin retorno. Sin embargo, el modelo económico, político, social y democrático actual es incapaz de dar respuestas para evitar el conflicto, porque está sustentado sobre el esquema de las tierras malhabidas’’, subrayó.